13/3/13

Los Papas, esos corderitos del señor

Aprovechando que en estos momentos se celebra un cónclave para elegir a un nuevo Papa que mejor que repasar algunos de los mejores lideres de esta venerada institución que han salido elegidos por "los Príncipes de la iglesia". Toda una recopilación de hombres justos y virtuosos

Sergio III (904-911)

Conocido como “esclavo de todos los vicios” por sus cardenales, llegó al poder tras asesinar a su predecesor y tuvo un hijo con su amante adolescente, treinta años más joven que él, la prostituta Marozia; el hijo ilegítimo de la pareja pasaría a ser el papa siguiente.

Benedicto IX (1032-1048)

Escandalizaba continuamente incluso a sus cardenales más curtidos pervirtiendo a niños de corta edad en el palacio de Letrán. Arrepentido de sus pecados, abdicó para retirarse a un monasterio, pero cambió de parecer y volvió a ocupar el cargo. Era “un desdichado que festejaba la inmoralidad – escribió san Pedro Damión -, un demonio del infierno disfrazado de sacerdote”.

Juan XII (955-964)

A sus dieciséis años, fue acusado de acostarse con sus dos hermanas y de la invención de un catálogo de vergonzosos nuevos pecados. Descrito por un historiador de la Iglesia como “la escoria misma”, murió a los veintisiete años, cuando el marido de una de sus amantes irrumpió en su dormitorio, le descubrió in fraganti y le destronó el cráneo con un martillo..

Bonifcacio VIII (1294-1303)

Después de masacrar a la población entera de la ciudad italiana de Palestrina, se lio con una mujer casada y la hija de esta y adquirió renombre en toda Roma como pedófilo desvergonzado. Practicó la brujería, llamó mentiroso e hipócrita a Jesús, dijo ser ateo, y negó la vida futura. Fue un homicida reconocido y proclamó que mantener relaciones sexuales con niños no era más pecaminoso que frotar una mano contra la otra. El poeta Dante reservó un lugar para él en el octavo círculo del infierno


Sixto IV (1471-1484)

Construyó la Capilla Sixtina, tuvo seis hijos ilegítimos, uno de ellos con su hermana. Recaudó un impuesto eclesiástico sobre las prostitutas y cobraba a los sacerdotes por tener amantes, pero sus detractores sostenían que con esto lo único que conseguía era que aumentara la prevalencia de la homosexualidad en el clero.

Inocencio VIII (1484-1492)

Reconoció a ocho hijos ilegítimos y se sabe que tuvo muchos más, aunque entre amorío y amorío encontró tiempo para poner en marcha la Inquisición, autorizó a los monjes dominicos a torturar para obtener confesiones de herejía. En su lecho de muerte ordenó que una bonita ama de cría le diera leche fresca de su pecho.

Alejandro VI (1492-1503)

El despiadado Rodrigo Borgia, que adoptó el nombre de Alejandro VI es uno de mis preferidos, presidió más orgías que misas. Uno de los platos fuertes de su carrera fue la “Justa de las putas” de 1501, en la que se invitó a cincuenta bailarinas a desvestirse lentamente en torno a la mesa del papa. Alejandro y sus parientes arrojaban con regocijo castañas al suelo, y obligaban a las mujeres a postrarse a sus pies como si fueran cerdos; después ofrecieron premios en forma de finos ropajes y alhajas para el hombre que pudiera fornicar con el mayor número de mujeres. Otro de los pasatiempos de Alejandro era ver copular a los caballos, lo que le hacía “desternillarse de risa”. Tras su muerte -, el cuerpo de este papa fue expulsado de la basílica de San Pedro por considerarlo demasiado malvado para ser enterrado en suelo sagrado

Julio II (1503-1513)

Es recordado por haber encargado a Miguel Ángel los frescos del techo de la Capilla Sixtina. Fue también el primer papa que contrajo el “mal francés”, la sífilis, de prostitutos de Roma. El Viernes Santo de 1508 no pudo dejar que los fieles le basaran los pies por tenerlos completamente cubiertos de úlceras de la sífilis

Papa Pablo III (1534-1549)

Siendo cardenal tuvo cuatro hijos, y en el día de su coronación celebró el bautismo de sus dos bisnietos.


Y mi superfavorito, el mejor Papa de la historia

Julio III (1550-1555)



Como si de una comedia romántica se tratara se enamoró de un joven y apuesto mendigo a quien vio peleándose en la calle con el mono de un vendedor ambulante. El papa nombró cardenal a aquel golfillo analfabeto de diecisiete años, lo que inspiró un poema épico, “En elogio de la sodomía”dedicado en su honor. 


Viendo la evolución que lleva este puesto a lo largo de la historia no os extrañéis si dentro de poco os encontráis con esto en el trono de San Pedro


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